miércoles, 17 de julio de 2013

MANERAS DE ENFOCAR LAS TAREAS DE ENTRENAMIENTO

ENTRENAMIENTOS DIRIGIDOS
A la hora de plantear una sesión de entrenamiento dentro de una programación anual, hemos puesto mucho énfasis en crear situaciones parecidas a las que el jugador proximamente va a vivenciar el día de competición, resultando indispensable acercarse lo máximo posible a la realidad del juego y no desvirtuar el entrenamiento con actividades que se alejen de la propia naturaleza que conlleva el juego, es decir crear situaciones para que entrenen fútbol y experimenten sensaciones cercánas a las que van a tener que derimir en la verdadera competición. Para poder conseguir dicho objetivo abogamos por la elaboración de tareas y estructuras globales, con el fin de asemejar esas situaciones simuladoras a la competición. Este afán de globalidad en nuestras sesiones nos hace cometer el desliz de no valorar adecudamente las posibilidades y necesidades de los verdaderos protagonistas de este juego, los jugadores, en definitiva las personas. El jugador de fútbol es un sistema complejo y multiestructural cuyo rendimiento y grado de satisfacción tanto a nivel de entrenamientos como a nivel competitivo depende de una adecuada, estable, necesaria y armónica interrelación entre todas y cada una de sus estructura conformadas. Dentro de esa globalidad general que buscamos en nuestros entrenamientos tenemos que tener la capacidad de satisfacer y orientar las necesidades de esa sub- globalidad que aporte el sujeto en cuestión, el jugador, que es el verdadero protagonista a la hora de ejecutar una acción que permita medir el grado de éxito de una tarea propuesta y consecuentemente el grado de éxito en una toma de decisión, ejecutada en el ambiente competitivo.
Jugador de Fútbol:
Estructura Condicional: Máximo de las potencialidades genéticas de fuerza, resistencia, velocidad flexibilidad; y uso de los medios de recuperación.
Estructura Coordinativa: Como requisito para ser efectivo en la relación con el balón. Buen equilibrio en todas las acciones con y sin balón, percepción de trayectorias y velocidades tanto de nuestros tanto de nuestros desplazamientos, y en función del balón y del oponente.
Estructura Cognitiva: Conocimiento del juego que permita elegir bien.Hacer prioritariamente, aquello de lo que potencialmente soy capaz.
Estructura Emotivo - Volitiva: La voluntad como requisito para hacer, para mejorar, para aprender, para ser atento, para tener autocontrol. Mi voluntad es mi motor.
Estructura Creativo - Expresiva: Desarrollar y potenciar el talento tanto en defensa como en ataque, en función de mis posibilidades reales aunque siempre mejorables y con la eficacia como criterio de éxito.
Estructura Socio - Afectiva: Abrirme, implicarme y entregarme al equipo como principio, desde la creencia que el éxito del equipo es mi éxito. Aceptar y aportar criticamente, sin eludir responsabilidades.

La globalidad en la consecución de objetivos a nivel grupal como a nivel individual deben ser nuestras orientaciones para dirigir y orientar correctamente nuestros entrenamientos hacia el éxito añorado, aunque eso no sea siempre efectivo...........

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