El cometido de los entrenadores es intentar obtener el mayor resultado posible en forma de rendimiento de cada uno de los jugadores que componen su plantilla. Este rendimiento lo tienen que poner al servicio del equipo para que este pueda obtener los mejores resultados posibles dentro del entorno competitivo en el que viven. Lo ideal para poder alcanzar un alto porcentaje de rendimiento por parte del jugador, es tratarlo de manera individualizada, intentado corregirle sus puntos débiles y fortalciendo sus puntos más dominantes. Por lo tanto la individualización en el trabajo con el jugador es el camino correcto. Pero no un trabajo individualizado basado en la personalización del trabajo en función de sus características antropométricas y sus demandas fisiológicas, ya que de esta manera nos estamos asegurando la carga de trabajo que corresponde a ese individuo.Le trazamos un plan de trabajo para que logre alcanzar unos porcentajes de rendimiento próximos al estado de forma óptimo. Afinamos más en esa preparación del deportista, y así pueda ofrecernos su mejor versión semana tras semana, debido a nuestro plan trazado de manera elaborada y perfeccionista. Pero este trabajo tan minucioso y "Válido", es realmente un trabajo individualizado con el futbolista para obtener los mejores resultados?.
Debemos entender al jugador como un ser hipercomplejo y contextual, en un proceso de mutua dependencia entre contexto y jugador, por lo que el rendimiento del mismo dependerá no sólo de él, sino de sus posibilidades de desarrollo en el contexto que se encuentre. Los entrenadores deben crear tareas para favorecer la individualización de los jugadores, creando estímulos específicos, para que puedan ofrecer respuestas individuales en funciuón de los problemas que se planteen. Hay que buscar al máximo la interacción entre el individuo, el compañero, el rival, el espacio y sobre todo el juego. Crear situaciones de entrenamiento donde el jugador busque una ubicación próxima a la competición, alternadólo tambien con situaciones más globales, ya que es dificil acotar el espacio por donde se debe mover un jugador, pero si tareas que atiendan a sus propias necesidades y características. De esta forma al interactuar cada jugador de forma particular en un contexto determinado y próximo a la competción, la respuesta en el entrenamiento ahora si será individualizada y ajustada a las caracterísiticas y necesidades del jugador. Un ejemplo de tarea de entrenamiento personalizada en la selección española, podría ser la realización de un partido en un espacio reducido con unas premisas globales a cumplir por todos los jugadores, pero en el que por ejemplo Iniesta se adapatará al juego de una forma distinta a la que la pueda hacer Sergio Ramos. Cada uno de ellos explotará sus virtudes buscando provocar aquellas situaciones en que sus posibilidades de acción en el juego favorezcan un resultado positivo para sus intereses y para los del equipo, convirtiendo una tarea que a priori parece global, en un práctica individualizada para obtener el máximo rendimiento de cada jugador. Por este motivo ante la pregunta o consulta de cualquier jugador sobre lo que debe hacer para encontrarse mejor y en un estado de forma más optimo, nuestra respuesta debe ser sencilla: pongáse un peto, ocupe su posición de inicio y dispongase a jugar a fútbol........... lo demás aparecerá y llegará.
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