domingo, 28 de julio de 2013

FUTBOL CONTEXTUALIZADO-PRETEMPORADA

Blog de futbolcontextualizado | P
Por Pedro Gómez (@pf_gomez – pedrogomez7@hotmail.com)

aa Pretemporadas dulces…¿Temporadas amargas?
Si soy cariñoso dices que te agobio
si me alejo un poco que paso de ti
si te hago un regalo dices que te compro
y si no lo hago tengo algo por ahí
Si miro a una chica te pones de morros
y si no me dices deja de fingir
el caso es que nunca llueve a gusto de todos …
(Melendi)
La pretemporada, entendida como el periodo adaptativo previo al inicio de la temporada futbolística, parece ser a día de hoy la única estación del año en la que la lluvia y tormenta arrojada por el cielo es bien recibida por nuestros ahora agradecidos y sumisos futbolistas, quienes, partícipes de una ilusoria e idílica luna de miel inicial, aceptan de buen grado cualquiera de las proposiciones metodológicas puestas en marcha por sus cuerpos técnicos.
Dobles y hasta triples e inacabables sesiones de trabajo, aburridas e interminables series de carrera, continuas correcciones tácticas, incesantes rotaciones y pruebas posicionales, testajes condicionales frecuentes…¡pero no pasa nada!, ¡es pretemporada!, no importa la actitud, ni tan siquiera la aptitud, el método es insignificante, la forma intrascendente…en estos días, todo les parece bien, todo les cuadra, todo les sirve para cargar su famoso “deposito” ya no sé si físico o futbolístico; la cuestión es que de un modo u otro, durante estos días, todo rueda, todo encaja y todo nos empuja a la aparente seguridad de que lo estamos haciendo bien, de que somos buenos porque nuestros jugadores aseguran caminar de nuestra mano.
Concienciarnos de este ilusorio oasis no es un argumento que refuerce nuestra valía, motivo por el cual, entrenadores y preparadores físicos preferimos vivir encerrados en nuestra burbuja del autoengaño durante 6 semanas y no permitimos que nada nos desconcierte, pues nos convencemos de que si nadie se lamenta es porque lo estamos haciendo muy bien y estamos autorizados para erigirnos como expertos en esto de gestionar grupos y entrenamientos.
Lamentablemente, nos guste o no, tarde o temprano nuestra valía y autoconfianza se verán amenazadas, pues los primeros y débiles indicios de inconformismo ocuparan nuestro espacio, razón por la cual el contexto me instiga durante estos días a preguntarme o al menos replantearme…¿Cuanto de cierto hay en esta subordinación inicial?, ¿Hasta cuando acatará el futbolista lo propuesto por sus técnicos sin alzar la voz, sin revelarse?, ¿Qué será lo que acabe por romper esta ficticia fidelidad?, ¿De qué o de quien depende que este agradecido dulzor no termine por agriarse?.

pretemporadas1 Pretemporadas dulces…¿Temporadas amargas?
El paso de los años y la convivencia en distintos contextos refuerza mi principal hipótesis en relación al inicio del derrumbe de esta supuesta solidez metodológica, y es que las primeras alineaciones presentadas por el entrenador, al igual que poseen una alta capacidad para mantener la adherencia de algunos jugadores, también presentan un efecto altamente infeccioso para otros, (normalmente para los que de menos minutos disfrutan), e independientemente del buen hacer de sus cuerpos técnicos, les introduce en una espiral de inconformismo que les lleva a dudar de todo en lo que durante los meses de Julio y Agosto creían creer. Es lo que podríamos denominar como el “Síndrome del Peto”.
Y es que el futbolista, no nos engañemos, es egoísta, suele pensar más en sí mismo que en el grupo y se resiste a soltar las pilas del mando, jugadores que tienen peto de titular y todo les parece bien, jugadores que no lo tienen y automáticamente todo les parece mal, jugadores que critican a aquellos entrenadores que no le pusieron y alaban a aquel que siempre les puso, jugadores que pierden credibilidad por restringir sus valoraciones al como les fue a ellos, jugadores que no valoran la labor colectiva de sus entrenadores y se obcecan en sus intereses individuales…jugadores…al fin y al cabo jugadores.
Todo encantamiento inicial acaba por enfriarse…¡a todos nos pasó con nuestros primeros amores!, ¡a todos nos pasará más de una vez en nuestros equipos de fútbol!. El choque de intereses suele derivar en situaciones desagradables en las que el futbolista se cree con derecho a desautorizar lo propuesto por sus técnicos, choques que provocan pequeñas brechas en los pilares del ideario metodológico de todo cuerpo técnico, choques que a veces hacen dudar a aquellos que a diario anteponen el bien colectivo al bien individual. Reparar estar brechas para que no evolucionen en grandes fracturas es crucial para mantener la solidez de nuestra estructura colectiva pero el cómo hacerlo no posee una receta mágica y universal.
Congruencia, seguridad y fidelidad a una metodología de trabajo, a una manera de hacer las cosas, se presenta como el cemento perfecto para tapar todas estas grietas…por eso, empecemos a amasarlo antes de que aparezcan, emprendamos el refuerzo de nuestros cimientos cuando pensamos que todo va bien, que la artificiosa dulzura de estos días no nos aboque a la inacción…
¿Por qué no empezar desde la pretemporada a luchar contra el amargor que se nos avecina?.

Un fuerte abrazo amigos!!

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 retemporadas dulces…¿Temporadas amargas?

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